V Domingo de Cuaresma: reflexión–Padre John Marshall, Parroquia de San Juan Bautista, Milwaukie, OR
0Mis queridos amigos en Cristo,
Los que vivimos aquí en Portland hemos visto esas pegatinas en los parachoques: "Keep Portland Weird". Aunque puede que no sea el lema oficial de esta área metropolitana, Portland tiene la reputación de ser una ciudad de contradicciones donde muchos se esfuerzan por ser contraculturales. Sin embargo, mucho antes de que existiera Portland, Jesús inició un movimiento que era verdaderamente contracultural. La enseñanza de Jesús llamó a sus discípulos a vivir de tal manera que puede ser una contradicción o incluso extraño para otros. Por ejemplo, los últimos serán los primeros, uno debe ser humilde para ser exaltado y uno debe morir para vivir. Jesús practicó lo que enseñó e invitó a sus discípulos a hacer lo mismo. Nuestro intento de ser como Jesús permitirá que otros vean verdaderamente a Jesús en nosotros. Nuestra “campaña de servicio cristiano” de Cuaresma está orientada a hacer visible a Jesús a través de nuestras acciones y también de nuestras palabras.
En el Evangelio, algunos griegos se acercan al apóstol Felipe que quieren ver a Jesús. Han escuchado mucho sobre Jesús y quieren conocerlo. Cuando Jesús se entera de esto, toma esto como una oportunidad para enseñarles sobre las condiciones del discipulado: “Yo les aseguro que si el grano de trigo, sembrado en la tierra, no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, para que donde yo esté, también esté mi servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre." Por lo tanto, quien quiera ser su discípulo, debe seguir los pasos de Jesús. Como discípulos, debemos ir contra corriente, ser contraculturales, tal vez ser incluso extraños con los demás y seguir a Jesús hasta el final. Seguir a Jesús hasta el final siempre incluirá la Cruz, que podría desviar a muchos, pero para los resistentes, la gloria aguarda más allá de la Cruz. Lo que estamos a punto de celebrar en Semana Santa no es solo una representación o recreación de esta creencia, sino que es el patrón de vida para los que llevamos el nombre de cristianos.
Ahora hemos entrado en la última semana completa de Cuaresma y la próxima semana es Semana Santa. Es de esperar que nuestras obras de Cuaresma nos hayan moldeado y afilado para ser más como Jesús. Con suerte, hemos sido iluminados al reconocer aquellos obstáculos que nos han impedido seguir auténticamente a Jesús. Lo que hacemos o lo que decimos tiene el poder de hacer que Jesús sea visto por aquellos que todavía lo buscan. Independientemente de si a otros les puede parecer extraño, ayudemos a otros a localizar y descubrir la verdad en la forma en que vivimos nuestro llamado como discípulos de Jesús. Hay muchos por ahí buscando, seamos un faro para ellos iluminando su camino hacia Jesús.
¡Dios los bendiga a todos!