II Domingo de Adviento: reflexión – Padre John Marshall, San Juan Bautista, Milwaukie, OR
1Mis queridos amigos en Cristo,
La temporada de Adviento es una temporada de esperanza llena de gozo por los días mejores por venir. El año 2020 ha sido duro para todos.
La pandemia de COVID-19 y cómo ha restringido nuestra forma de vida, la incertidumbre política de este año electoral y el malestar civil por la herida abierta de la desigualdad y el racismo nos han puesto nerviosos a muchos de nosotros. Yo diría que las crisis de este año han puesto de manifiesto que muchas personas permiten que el miedo imponga sus vidas en lugar de la fe. Tener fe no significa no tener dificultades, sino tener la fuerza para afrontarlas sabiendo que no estamos solos. Es por eso que he decidido enfatizar durante este tiempo de Adviento el tema de tener una esperanza llena de gozo. Entonces, ¿qué es una esperanza llena de gozo? Podemos pensar que es tener una actitud positiva o ser optimista. Podemos poner nuestra esperanza en cosas de este mundo, como nuestro trabajo o proyectos caritativos, pensando que nos traerán felicidad. Por el contrario, el Papa Francisco nos recuerda que la verdadera esperanza no se basa en palabras o garantías humanas, sino en la Palabra de Dios y Su promesa de salvación y vida eterna. Junto a la alegría, el Papa Francisco nos recuerda: “La cédula de identidad cristiana es la alegría, la alegría del Evangelio, la alegría de haber sido elegido por Jesús, salvado por Jesús, regenerado por Jesús; la alegría de esa esperanza que Jesús nos espera, la alegría que, incluso con las cruces y sufrimientos que llevamos en esta vida, se expresa de otra manera, que es la paz en la certeza de que Jesús nos acompaña ”.
La esperanza llena de gozo es saber que Dios está con nosotros, Emmanuel.
La primera lectura del profeta Isaías fue escrita durante una época difícil como la nuestra. El profeta Isaías habla a un pueblo que ha pasado por un período oscuro, que ha sido sometido a una prueba muy difícil; pero ahora ha llegado el momento de la comodidad. El dolor y el miedo pueden sustituirse por la alegría, porque Dios mismo guiará a su pueblo por el camino de la liberación y la salvación.
Isaías invita a quienes lo escuchan - incluyéndonos a nosotros hoy - a difundir este mensaje de esperanza, que Dios está con nosotros para consolarnos en nuestros miedos y ansiedades. Al entrar en esta temporada de Adviento, una temporada de gozo lleno de esperanza, miramos hacia atrás, miramos hacia adelante y recordamos que Dios sigue siendo Dios, Su Evangelio sigue siendo una buena noticia y Su Reino está entre nosotros. Él nunca nos ha abandonado. ¡Así que preparemos nuestros corazones con una esperanza llena de gozo para mejores días por venir!
¡Dios los bendiga a todos!