Esta enfermedad es causada por un virus transmitido por mosquitos del género Aedes.
Los pacientes con enfermedad por el virus de Zika suelen presentar fiebre no muy elevada, exantema y conjuntivitis, síntomas que suelen durar entre 2 y 7 días.
Por el momento no hay vacunas ni tratamientos específicos para esta enfermedad.
La mejor forma de prevenirla consiste en la protección frente a las picaduras de los mosquitos.
Se sabe que el virus circula en África, las Américas, Asia y el Pacífico.
Los mosquitos y sus lugares de cría suponen un importante factor de riesgo de infección por el virus de Zika. La prevención y el control dependen de la reducción del número de mosquitos a través de la reducción de sus fuentes (eliminación y modificación de los lugares de cría) y de la disminución de los contactos entre los mosquitos y las personas.
Para ello se pueden utilizar repelentes de insectos, ropas (preferentemente de colores claros) que cubran el cuerpo tanto como sea posible, barreras físicas como mosquiteros o el cierre de puertas y ventanas, y mosquiteros de cama.